24 de agosto de 2010

Furiosas por Fatima


Las mujeres cada día de nuestra
vida estamos atadas a proyectos que no son propios, a vidas que no son las elegidas y a situaciones que no son las deseadas.


Algunas veces logramos escapar, pero
no del todo, el sistema nos tiene atadas de distintas maneras, y cuando no logra
atarnos nos golpea.


Este sistema, el que dice que tenemos
que parir, que tenemos que tener un marido, fregar un piso, trabajar 20hs por
un sueldo de 4hs, que nos tenemos que callar, que no podemos pensar.


Este sistema las feministas lo llamamos
PATRIARCADO, por qué? Porque las reglas del juega las pone el hombre-macho,
porque a lo largo de la historia este ha ido moviendo los hilos para que las
mujeres nos mantengamos sumisas, calladas, solas.


Pero a través de esta misma
historia las mujeres nos hemos organizado, nos hemos acompañado, hemos
luchado.


Esta vez este sistema se llevo una
de nosotras, una mujer que quiso decidir con quien estar, como estar.

Una mujer como todas, una mujer como cada una, como ella sola.


Lo sorprendente es que no hay marchas
pidiendo "seguridad" para las mujeres, o ¿no es sorprendente?
No, no es sorprendente, porque por las mujeres solo salen las locas feministas,
porque las "mujeres" en este sistema no existen, son las esposas,
son las hermanas, son las hijas, las prostitutas, son las putas, pero no son
"mujeres".


Quemar a una mujer ¿para qué?,¿por qué?, para que tengamos miedo?, para que agachemos la cabeza y dejemos que nos hagan lo que quieran?, que pretenden? Que "aprendamos" algo?

A lo largo de la historia de la humanidad
el fuego fue teniendo distintas implicancias, en algunas mitologías como
en la celta era una diosa guerrera, pero como en la inquisición fue el
arma principal para el control de las mujeres. En nuestros tiempos pretenden
lo mismo, pero no saben que en la Mujer Nueva el fuego es el mismo Ave énix
dentro de cada una, y cada vez que intenten quemarnos resucitaremos en busca
de justicia.


Con ese fuego solo logran que
nos prendamos todas, con ese fuego que las quemaron a Fátima Catan como
a Wanda Taddei sacamos calor para salir a reclamar por la vida de todas las
mujeres, por el derecho a decidir de todas las mujeres.



Por todas las mujeres muertas por este sistema


Por todas las mujeres secuestradas para la trata

Por todas las mujeres que sufren cada día la violencia en todas sus formas

Por todas las mujeres que no pueden decidir sobre su cuerpo,
su vida


HOY SOMOS TODAS FATIMA CATAN

27 de junio de 2010

28 de junio arde closet


celebrando la revuelta de stonewall inn, ocurrida el 28.06.1969 en resistencia a la heterosexualidad impuesta como norma, al racismo y al capitalismo...

Arde closet * 28 de junio

desde las 14 hrs en plazoleta de la Noche de los Lápices 8 y 61 bandas * intervenciones * feria * exposiciones * música * instalaciones * poesía * videos* libros * dj * fotos *estenciliadas* muestras * muraleda

17 de marzo de 2010

FURIA LÉSBICA EN LA CALLE Y EN TODAS PARTES!!!!!!



FUSILADA POR LESBIANA


Ni la prohibición, ni los tabúes pudieron con el deseo de Natalia.
Con su deseo que desobedeció el mandato heterosexual.

Con su cuerpo que ni la injuria ni la discriminación cotidiana pudieron controlar.
Con su vida erótico-afectiva que los procedimientos sutiles y silenciosos de las instituciones no pudieron rectificar.

Por lesbiana.
Natalia Gaitán, pobre, de 27 años, residente en la ciudad de
Córdoba, recibió un balazo de la fálica escopeta del padrastro de su
novia el sábado 6 de marzo. Fusilada.
Fusilado el cuerpo, fusilado el deseo,
fusilado el impulso vital. Fusilada por lesbiana. La lesbofobia hace estragos en nuestras vidas.
Sus manifestaciones van desde la negación sistemática de la existencia, la compulsión a la mudez, la violencia del insulto, las miradas amenazantes o reprobatorias, los golpes y violaciones, el encierro en las casas, la expulsión de los hogares, el deseo de muerte por parte de padres y madres, la patologización inmediata, el temor a perder la tenencia de lxs hijxs, la burla cotidiana, la pérdida del trabajo, la desocupación por falta de “buena presencia”, hasta el asesinato liso y llano. Desde una infinidad de formas de extorsión que pretenden –y logran- convertir en horror una y muchas vidas, hasta
la muerte marcada con la legitimidad que se da a sí mismo el pistolero y una ambulancia que tardó demasiado en llegar. El asesinato de Natalia muestra cuán represiva es la ley heterosexual cuando los mecanismos institucionales de normalizaciòn no pudieron controlar ese deseo, esa atracción erótico afectiva que las instituciones siguen patologizando aunque a veces se llenen la boca de “los mismos derechos” y “el mismo matrimonio”. Hoy escuchamos muchos discursos
progresistas cruzarse al hablar del matrimonio entre personas del "mismo
sexo", discursos que ni siquiera nos nombran porque no pueden decir
"lesbiana". Hay algo que es claro, la lesbofobia no se soluciona con
más de lo mismo. No sólo el fundamentalismo heteronormativo/heteropatriarcal, con su oposición a la legalización del aborto, a las leyes de educación sexual y a tantos otros derechos, desarrollan una política del odio; éste también se
esparce en cada retícula de la vida diaria.
Allí donde nos quieren hacer creer que somos como cualquier otra persona, que gozamos de plenos derechos individuales, mientras nos piden decoro y silencio a cada paso, mientras pretenden encerrarnos en el “cerquito de la felicidad gay friendly”, mientras hacen de cuenta que no existimos.
En el año del bicentenario, en este país que conmemora aquella gesta patriótica que instituyó el primer gobierno propio, se matan lesbianas, esas que deciden vivir un deseo propio.
La escopeta se llama heterosexualidad obligatoria. Los perdigones se llaman lesbofobia y nos alcanzan a todxs.
Habrá quienes digan “una muerte más de una mujer” ocultando a propósito que Natalia era lesbiana, habrá quienes llorarán por las resonancias de ese proyectil en otros cuerpos, habrá quienes sangrarán con la intensidad de la exigencia de castigo al que gatilló, habrá quienes impulsen figuras jurídicas que incorporen el crimen de odio, habrá quienes marcharán por las calles exigiendo justicia, habrá quienes gritarán el nombre de Natalia para conjurar
la rabia, habrá quienes escribirán comunicados y declaraciones
denunciando el régimen heteronormativo. La herida no puede ser suturada porque es la memoria de la norma.
Entonces, lo que no puede haber, por Natalia, por su novia, por nosotras, por nosotros, por nosotr*s, es silencio.

¡¡ Basta de lesbofobia para mi y para tod@s ya!!


sumá tu firma a: tanmalacomobuena@gmail.com

5 de marzo de 2010

Lunes 8 de Marzo: Día de las mujeres, día de lucha.





Porque el femicidio es una realidad cotidiana, y muere una mujer cada día y medio; porque nos obligan a abortar en la clandestinidad; porque la desinformació n y la culpa nos impiden disfrutar plenamente de nuestra sexualidad; porque roban nuestros cuerpos y nuestras vidas para la explotación sexual; porque nos imponen un modelo de mujer, una forma de pensar y sentir.
Porque esta es la realidad que vivimos y nos violenta, este 8 de marzo desatamos nuestros placeres.

¡¡¡¡¡Kermesse de los placeres desatados!!!!!

Desatados:
- del poder patriarcal
- de la heterosexualidad obligatoria
- de la regulación estatal
- de la moral religiosa y las "buenas costumbres"
- de la maternidad obligatoria
- de no poder decidir sobre nuestros cuerpos
- de la violencia institucional- machista
- de la belleza opresiva
- de los roles estereotipados

Los juegos nos permiten explorar. Los placeres nos implusan a buscar. Explorar los placeres nos empodera. ¿Qué buscamos las mujeres?




La mujer habitada por Mujeres.

La mujer, como referente, Una mujer… ¿Qué la caracteriza? ¿Quién dispone el contenido de esta categoría? La mujer como esencia, la mujer única, invariable ¿Quién es esa mujer? Me busco en ella y sólo hay fragmentos. Mis compañeras no están tampoco en ella. ¿A quién representa esa mujer?
¿La acción y el pensar revulsivo vienen de La Mujer? No…el cambio no deviene de la Mujer Una. Ella debe aceptar que está habitada por las otras. Su pelo rubio toma tonos rojizos, su ojo celeste frío se enciende de negro, sus labios se rellenan, sus caderas se ensanchan. Los colores andinos tiñen sus polleras, su deseo se desborda en múltiples sentidos. Su armónica familia estándar ahora no entiende de estereotipos, su dios cristiano no comprende a la Pachamama.
Soy afro, soy latina, soy lesbiana, soy mi compañera, soy empleada del supermercado, soy estudiante, soy tímida, un poco rea, la loca, obviamente histérica, soy Mujeres.
Somos muchas, amigables, fantasiosas, por ratos pesimistas, trabajadoras y detallistas. Somos compañeras, casi siempre inseguras, artesanas, enamoradizas, obstinadas y luchadoras.
Pluralicemos: mujeres y feminismos.
Un tiempo atrás…
En la década del ochenta las voces marginadas dentro del feminismo, rotaron el ángulo de la discusión. Ya no alcanzaba con hacer visible la desigualdad entre los géneros si no se reconocían también las diferencias entre las propias mujeres. Son las afroamericanas, las latinas, las lesbianas, entre otras, las que desplazan la atención desde el estereotipo mujer-blanca-clase media-heterosexual, hacia las múltiples formas de sometimiento que puede llegar a sufrir una mujer, por ser “otra diferente”. Es decir, se cuestiona la universalización de un estereotipo de mujer, que reproduce la exclusión dentro del mismo feminismo. La desigualdad entre los géneros se pensaba prioritariamente a partir de esa Mujer Una. Así comienza a exaltarse la diferencia sobre la que se conforma una identidad constitutiva que exige reconocimiento.
En un manifiesto del feminismo negro de Estados Unidos en 1977, las mujeres afroamericanas enuncian una fuerte crítica a la supuesta “sororidad” planteada entre las mujeres feministas. Bell Hooks escribía en los 80: “Cuando participé en grupos feministas, descubrí que las mujeres blancas adoptaban una actitud condescendiente hacia mí y hacia otras participantes no blancas. (…) No nos trataban como iguales. Y aunque esperaban que les proporcionáramos relatos de primera mano sobre la experiencia negra, sentían que a ellas les tocaba decidir si esas experiencias eran auténticas” Este tipo de declaración develó relaciones de desigualdad dentro del mismo feminismo; exigiendo un reconociendo en tanto mujeres y negras y haciendo explícita la urgencia de ser escuchadas al margen de una mirada “paternalista” y del interés exótico con que eran consideradas.
Como en su momento saltaron las afro, junto a tantos otros grupos de mujeres excluidas por no responder al modelo impuesto, ahora es el momento de hablar y actuar en plural porque somos muchas y diferentes. La salida es colectiva, como decía Simone, y eso implica que nos pensemos y enunciamos como Mujeres, con el fin de desnaturalizar a la mujer designada por los otros. Somos mujeres pero diferentes, somos distintas pero con iguales derechos. Historias y luchas que nos particularizan pero una opresión compartida. Una desobediencia común que nos da coraje contra los muchos patriarcas que debemos enfrentar en etapas distintas: a veces un padre, o un hermano, un jefe, un profesor, unos cuantos policías, un marido, un sacerdote; multiplicados por las formas que toman estos roles en otras culturas…
Soy una mujer pero habitada por muchas otras. Mujeres que me acompañan y no me encierran en un estereotipo, un molde único.
Día de las mujeres, todas, diferentes, pero compartiendo una misma actitud, una misma pelea… basta de desigualdad, de sometimiento, de golpes y roles impuestos, de maternidad impuesta. De heterosexualidad obligatoria, de salmos los domingos, de palabras no dichas, de lugares secundarios y acciones invisibilizadas…
Ahora... Somos…Nosotras….muchas

Silvana Sciortino

20 de febrero de 2010

A 3 AÑOS DEL FEMICIDIO DE SANDRA AYALA GAMBOA SEGUIMOS PIDIENDO JUSTICIA!!!



Sandra Ayala Gamboa era una joven inmigrante peruana que fue violada y asesinada el 22 de febrero de 2007 en el archivo del ministerio de economía, cuyo crimen sigue impune. Este es un ejemplo más de la violencia que sufrimos las mujeres cotidianamente, tanto simbólica, como psicológica y física, que en caso de llegar a la muerte constituye un femicidio. A lo largo de la historia las mujeres hemos sido colocadas en una situación de exclusión y desigualdad, que hoy se refleja en que no se nos garanticen nuestros derechos y que seamos las víctimas fáciles de abusos, crímenes, trata, prostitución y tantas otras formas de violencia.
Los femicidios suelen explicarse como producto de la pasión desenfrenada de amantes o pretendientes rechazados, de parientes ignorados, de novios o maridos celosos...mentira!!! No hay crímenes pasionales. Nadie mata por amor. Son la expresión del uso y abuso del cuerpo de las mujeres, marcando territorio, apropiándose física y moralmente del otro en la figura de una mujer.
El genocidio de las mujeres es un crimen social, que es posible porque está naturalizado un lugar inferior para las mujeres como objetos usables, prescindibles, maltratables y desechables. Refleja la opresión y la desigualdad social entre mujeres y varones.




La actividad se pasó por la lluvia al viernes 26 a las 17 hs en 7 45 y 46

JUSTICIA PARA SANDRA AYALA GAMBOA!!
BASTA DE FEMICIDIOS!
TODAS SOMOS SANDRA!!



17 hs Marcha - mural - cartelera feminista - Intervenciones, radio abierta
Cierre con Les Minon